CONSIDERACIONES PARA SISTEMAS DE “DETENCIÓN” CONTROLADOS POR BOMBEO


9 de enero de 2021

Con la entrada en vigencia de las regulaciones más recientes en materia de amortiguamiento hidrológico, las cuales usualmente requieren del control de los caudales adicionales generados por la impermeabilización causada por un proyecto urbanístico, se ha estandarizado el uso de sistemas de detención o retención.

Conforme la “Guía Técnica para el diseño de SUDS en el AMSS” (OPAMSS,2020) recientemente, los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) se pueden definir como: “elementos integradores del paisaje y la hidráulica urbana, cuya misión es capturar, filtrar, retener, transportar, almacenar e infiltrar parte de la escorrentía urbana, tratando de reproducir el ciclo natural del agua de la forma más fiel posible. Con esto se consigue reducir el caudal de escorrentía urbana además de la carga de contaminantes arrastrada.”

En El Salvador, el concepto inició a finales de la primer década del siglo, buscando regular o “laminar” los caudales punta generados por las tormentas, con el fin de reducir o atenuar el impacto generado rio (o quebrada) abajo de las áreas impermeabilizadas por la urbanización. Hechos trágicos, como el arrastre de un autobus en la colonia Málaga en julio de 2008, allanaron el camino para la implementación de este tipo de sistemas en el área metropolitana de la capital.

Esta guía muestra con detalle los aspectos para el diseño de depósitos enterrados para detención (Cap. 19), los cuales se definen como “instalaciones subterráneas de almacenamiento de aguas que sirven como una alternativa a la detención en superficie para el control de la escorrentía, especialmente en áreas con restricciones espaciales donde no hay terreno”, cuyo comportamiento hidráulico depende de la existencia de una salida restringida (orificio sumergido o descarga controlada) y un rebalse (vertedero).

Estos depósitos están diseñados para controlar los caudales pico de tormentas, limitando parcialmente la inundación aguas abajo, y proporcionando cierta protección al medio donde se vierte la escorrentía. Sin embargo, proporcionan una escasa eliminación de contaminantes, y son propensos a producir sedimentación de partículas susceptibles a la resuspensión en tormentas posteriores.

De manera general, se indica que el rendimiento de estos sistemas para reducción del caudal punta es bueno, lo que representa un potencial beneficio social/urbano de medio a alto, aunque tiene un potencial ecológico bajo y un tratamiento de calidad de agua casi nulo.

Ahora bien, cuando este tipo de depósitos no cuenta con una tubería de descarga controlada, ya sea porque se proyecta la infiltración, o porque los niveles de los colectores externos no permiten la instalación de los mismos, se convierten en sistemas de retención, los cuales almacenan directamente el volumen, a la espera de un mecanismo que permita su salida controlada, ya sea por infiltración o por bombeo controlado (ver figura 2).

Figura 2

Es importante hacer notar que EL REBALSE ES IMPORTANTE Y NECESARIO, ya que permite el manejo de los caudales excedentes para aquellas tormentas que sobrepasan las condiciones de diseño, usualmente fijadas para los caudales de tormentas más frecuentes. En los sistemas de retención, aún cuando no se desee la descarga controlada, es necesario controlar los caudales excedentes.

En este sentido, se debe tomar en cuenta que:

  1. La bomba de descarga controlada no puede manejar la totalidad del caudal generado por el proyecto. Si no existe la posibilidad de colocar un rebalse, se vuelve OBLIGATORIO colocar uno o varios equipos de bombeo adicionales que sean capaces de manejar el resto del caudal producido por el proyecto y que no forma parte del caudal controlado.
  2. La bomba de descarga controlada debe ser diseñada específicamente para dar el caudal requerido a controlar. Colocar un equipo de bombeo de menor caudal al requerido puede parecer tentador, pero al hacerlo, se pone en riesgo las condiciones diseñadas de almacenamiento y colocar un equipo de mayor caudal obliga a irrespetar los requerimientos solicitados por las autoridades competentes.
  3. La bomba de descarga controlada estará sujeta a saturación por elementos sólidos que arrastra la red. Si no se tiene control de los elementos sólidos gruesos como tiras de plástico, ropa, ramas y otras cosas que pudieran atascar el equipo de bombeo, el funcionamiento de este en un evento de lluvia puede venirse abajo.
  4. Las bombas sumergibles requieren un nivel de sumergencia para operar óptimamente. Usualmente empleadas para estos sistemas de evacuación, las bombas sumergibles requieren una lámina mínima de agua por encima del punto de succión, por lo que esta lámina se convertirá en un volumen muerto (más detalles acá).

Es por esto que resulta conveniente reconocer que todo sistema de retención queda sujeto a la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno de mayor envergadura para el cual ha sido diseñado y establecer el nivel de riesgo que el usuario final está dispuesto a tolerar.

De igual manera, resulta conveniente establecer cárcamos de succión para optimizar el desempeño del sistema de retención, garantizando la instalación de los equipos que manejaran el caudal controlado, así como el caudal excedente y, cuando aplique, el caudal de reuso (ver Figura 3).

Figura 3

No está demás recordar el hecho que todos los sedimentos y materiales sólidos gruesos arrastrados hacia el depósito irán a parar a este cárcamo, razón por la cual es muy importante establecer un programa de mantenimiento continuo para prevenir problemas de funcionamiento de las bombas. El uso de bombas trituradoras también permite reducir problemas de atascamiento por sólidos gruesos.

En Aguas integrales, creemos firmemente en el proceso de asesoría durante el servicio de instalación y tenemos como regla de trabajo el  revisar las condiciones de seguridad de una instalación, generando las advertencias correspondientes en aquellos casos donde situaciones como esta pueden desembocar en riesgos mayores. 


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