Desmitificando a los sistemas contra incendios. Parte III


7 de febrero de 2017

MITO No.11. Es lo mismo un Técnico CEPI que un Ingeniero de Protección contra incendios.

FALSO. Desafortunadamente, el especialista CEPI es equivalente a un tecnólogo, cuya certificación fue ideada por la división industrial de NFPA para dar una certificación a los encargados de seguridad industrial de las empresas y empleados de aseguradoras (quienes pueden o no ser ingenieros) sobre conocimientos generales en el tema de protección contra incendios, el cual debe re-certificarse cada 3 años. De hecho, la certificación CEPI ya no existirá para la NFPA a partir del 2021. A quienes renovaron dicha certificación antes de noviembre de 2015, se las han validado hasta ese periodo. El diseño o análisis de riesgos solo puede ser certificado por profesionales con grado académico en protección contra incendios, quien debe estar colegiado en la Sociedad de Ingenieros en Protección contra Incendios (SPFE). Localmente -y por el momento- son muy escasos este tipo de profesionales y el costo de sus conocimientos es bastante oneroso (en tanto que es una carrera que se estudia en EEUU a un alto costo y requiere herramientas de pago sofisticadas, así como renovación constante de conocimiento a un alto costo). Así que, la próxima vez que busques un diseño certificado, pide el número de SFPE al profesional y no el número de CEPI; o acepta, que el diseño por el cual pagarás tendrá algunas limitaciones. Eso sí, la última palabra siempre la tendrá la Autoridad Local Competente: Cuerpo de Bomberos (conforme reglamentación legal vigente), el asesor de la empresa aseguradora (bajo un estándar internacional específico aceptado por el Cuerpo de Bomberos) o -en el último caso y bajo propio riesgo- el mismo dueño o propietario de las instalaciones a proteger (requiriendo el cumplimiento o incumplimiento de NFPA y tomando la responsabilidad correspondiente).

MITO No.12. Las instalaciones normadas NFPA requieren un diseño que cumpla con las normas NFPA.

VERDADERO. Si hablamos de manera rígida, cada sistema normado por NFPA se ha estandarizado incluso en su concepción y diseño, razón por la cual, cada norma establece los requerimientos mínimos a presentar con el diseño. Un consultor con experiencia podrá establecer fácilmente qué información específica y qué metodología deberá seguir para lograr cumplir con estos requisitos. El empleo de los capítulos concernientes a los requisitos de modelación y presentación de informes (en su estructura básica) si deben cumplir un estándar asignado por NFPA. Como se estableció antes, la certificación ya depende del requerimiento de la Autoridad Local Competente, pero la estructura básica y la metodología de cálculo debería ser siempre la misma (acorde la norma). De ahí la importancia que el planificador de un proyecto y las autoridades locales competentes tengan claridad sobre estos estándares para que, cuando se identifique a un consultor que se sale de los mismos, puedan descartarlo a la brevedad.

MITO No.13. El diseño de la red contra incendios requiere un nivel de información detallado.

DEPENDE. En el fondo, la respuesta es “SI”, pero acá hay un punto importante: los estándares de construcción en los Estados Unidos de América implican el seguimiento estricto de lo indicado en las normas, el cual refiere al sistema de aprobación propio de ese país. Bajo este sistema, existe inicialmente un diseño de la ingeniería básica para aprobación de las autoridades locales competentes, el cual no necesariamente coincide con el nivel de detalle requerido para la cuantificación (se conoce como “ingeniería de detalle”). En estas latitudes (y ya que por el momento no se ha adoptado esta normativa como una reglamentación) estamos acostumbrados a que hasta el más mínimo perno debe quedar plasmado en los planos de diseño, más el diseño certificado NFPA (conforme lo antes descrito) solamente cubrirá los requerimientos básicos del trazo de las redes y las condiciones de funcionamiento acorde la norma. Ya depende del arquitecto o proyectista usar esa información para sobreponer con otras redes y elaborar información adicional necesaria para presupuestar correctamente el proyecto. Para cuando un proyecto llega a un instalador o licitación, el nivel de detalle del proyecto debería ser tal que no haya mucho que estar inventando, mas el diseño básico para aprobación no siempre cubrirá esta expectativa.

Un buen instalador sabe su oficio, y puede hacer ver un error al momento de presupuestar, pero no es su obligación corregir las fallas del diseño. De hecho, la responsabilidad profesional del diseño en EEUU es tan rígida que puede llevar a la cárcel a alguien por una equivocación de esta índole. Sin embargo, ante la falta de normativa, prevalece el desconocimiento y resulta una práctica habitual no requerir una ingeniería de detalle al consultor certificado (lo cual debería dejarse claro en sus Términos de Referencia para evitar confusiones) y exigir al instalador hacer trabajo de revisión de diseño (especialmente en los casos donde hay situaciones no convencionales a cuantificar). El resultado: presupuestos “elevados” ante la incertidumbre o, peor aún, subvalorados acorde la realidad.

MITO No.14. Un sistema sobredimensionado es mejor.

FALSO. Un sistema sobredimensionado es igual de malo que un sistema subdimensionado. Si bien es cierto que un sistema con diseño deficiente resultará en una catástrofe para el propietario de las instalaciones “protegidas”, el sobredimensionar generará costos innecesarios, además de hacer ineficiente o – incluso – colocar al sistema en una condición contraproducente para la protección contra incendios. La gran ventaja con el estándar de NFPA es que las condiciones mínimas aceptables para los materiales han sido evaluadas en laboratorios de certificación, así como las dimensiones típicas aceptables en las redes, acorde metodologías convencionales para todos los involucrados.

MITO No.15: Tener un sistema contra incendios automático correctamente instalado es todo lo que necesito para proteger mis instalaciones.

FALSO. Si bien el sistema de extinción contra incendios ha demostrado un gran desempeño en la reducción de los daños que puede generar un incendio, es solamente uno de los componentes de la protección contra incendios y es erróneo creer que el sistema automatizado resuelve totalmente el riesgo. La mayoría de los sistemas automatizados solo controlan los incendios y, muchas veces, fuegos de gran envergadura requerirán el apoyo de sistemas convencionales de extinción con mangueras para finalizar el trabajo (especialmente en áreas de almacenamiento).

Se requiere de una oportuna detección del incendio, del equipamiento y entrenamiento de brigadas internas contra incendios (especialmente cuando no hay una estación de bomberos cerca) o de una excelente coordinación con el Cuerpo de Bomberos de cada localidad para lograr el éxito en la protección de las instalaciones. 


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